JNE, ONPE y el caos electoral
Los problemas en el voto electrónico y las largas colas en los colegios en los que se suspendió el voto electrónico, hicieron que para miles de ciudadanos el acto de sufragar sea una verdadera tortura, lo que coronó la ineficiencia de los organismos electorales (ONPE y JNE) en la primera vuelta de las elecciones presidenciales 2016.
Pero el desprestigio de estos organismos en realidad viene de atrás, desde las exclusiones de los candidatos César Acuña y Julio Guzmán, la protección que se le dio a Keiko Fujimori, y el pronunciamiento a última hora que hizo el JNE para no aplicar la nueva Ley de Organizaciones Políticas en torno a la valla electoral, que fue un salvavidas directo para la Alianza Popular del Apra y el PPC.
VOTO ELECTRÓNICO
El domingo la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) implementó por primera vez el voto electrónico en 11 distritos de la capital y por lo menos en la mitad de los colegios se registraron serios problemas. Los noticieros que transmitían en vivo las incidencias mostraban a personal de la ONPE retirando de los colegios algunas máquinas que no funcionaban.
En otros colegios, los electores se encontraron con células que ya estaban marcadas y en otras el sistema no les permitía votar a favor de Verónika Mendoza. Los problemas eran reportados en la televisión y también en las redes sociales.
Los problemas técnicos se sumaban a la poca pericia de los usuarios para utilizar el voto electrónico, lo que generó retrasos y largas colas en los colegios designados para la votación electrónica. Como consecuencia de ello, a las 4:00 p.m. cuando se supone que debía acabar el proceso electoral, en muchos de estos colegios había largas colas con ciudadanos pugnando por ejercer su voto.
Por ello a la hora del flash electoral, muchos electores aún no sufragaban, lo que fue advertido por periodistas y analistas. Luego la ONPE emitió un comunicado reportando deficiencias, aunque aseguró que los problemas técnicos no afectaban los resultados.
JNE Y EXCLUSIONES
El exjefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Fernando Tuesta Soldevilla, sostuvo que los problemas en el proceso electoral se deben principalmente a la nueva Ley de Organizaciones Políticas, a la que consideró una norma mal dada y uno de los elementos más perversos de nuestro sistema electoral.
“Esta norma ha llevado a situaciones donde los árbitros han sido cuestionados. ¿Quién dio esta ley? El Congreso. ¿Quiénes critican esta ley? Los partidos que aprobaron mayoritariamente esta ley que es tremendamente rígida, te dice no puedes entregar ofrecer dádivas, regalos o dinero y te dice al partido lo castigo con 100 UIT y te excluyo, pero no te dice que podría excluirte”, señaló.
Cuando el JNE decide aplicar esta ley lo hace excluyendo a Julio Guzmán y a César Acuña del proceso electoral. En el caso de Guzmán, después de marchas y contra marchas, decide retirarlo por problemas en la elección interna de su partido (Todos por el Perú), mientras que a César Acuña lo excluyen por haber entregado dinero a cambio de votos. Fue aquí que surgió “la ley es la ley” de algunos analistas que pedían el retiro de ambos candidatos en aplicación estricta del nuevo reglamento.
Sin embargo, cuando se presentó el pedido de exclusión contra Keiko Fujimori, con más evidencias que las que habían sobre César Acuña, el JNE empezó a mostrarse dubitativo y prolongó la resolución final hasta pocos días antes de las elecciones, argumentando que no se había probado que el dinero entregado en una actividad proselitista de la organización Factor K (que apoya al fujimorismo), era dinero de Keiko Fujimori.
Esta medida se dio pese a que la ley es clara cuando dice que se debe considerar “entrega directa de dinero, dádivas o regalos, o a través de terceros”. En este caso, los analistas que pedían la exclusión de Acuña y Guzmán se olvidaron de que “la ley es la ley” y prefirieron guardar silencio.
LA VALLA ELECTORAL
Por si fuera poco, el JNE decide pronunciarse sobre la valla electoral dos días antes de las elecciones, señalando que no se aplica la nueva Ley de Organizaciones Políticas y de esta forma, los partidos (tengan alianza o no) tienen que llegar al 5% para mantener su inscripción.
Esta medida fue tomada como un regalo para la Alianza Popular (Apra – PPC), debido a que si se aplicaba la nueva Ley, tal como se hizo en los casos de Acuña y Guzmán, la valla electoral para la Alianza Popular debía ser de 7% debido que era la alianza de tres partidos: Apra, PPC y Vamos Perú.
En teoría, la valla electoral establecía que las alianzas necesitaban 5% de los votos más un punto por cada partido que la integre. Esta regla se instauró el 18 de enero de este año a través de una modificación a la Ley de Partidos y debe entrar en vigencia al día siguiente de su publicación, a menos que se indique lo contrario. Sin embargo, el JNE dijo que no se tomó en cuenta la modificación, debido a que no había sido publicada cuando se cerró el plazo para la inscripción de alianzas (12 de diciembre).
Uno de los que levantó su voz de protesta fue el expresidente Alejandro Toledo, quien dijo que el JNE ha empañado el proceso electoral, señalando los casos de Julio Guzmán, la no exclusión del Keiko Fujimori y la decisión de poner la valla electoral al 5% y no 7% para las alianzas.
Estos problemas empañaron seriamente el proceso electoral y la tarea urgente del nuevo Congreso será hacer las reformas políticas necesarias para que la incertidumbre no vuelva a instalarse en un proceso electoral. Por ahora tenemos uno de los peores sistemas electorales de nuestra historia política, en el que hay más de 30 instrumentos legales para regir una elección y no hay un código electoral.