Según el ministro de Economía y Finanzas, Alonso Segura, en el presupuesto para el año 2016, el mismo que asciende a S/. 138 491 millones y que aún se encuentra a la espera de su aprobación en el pleno del Congreso, se ha priorizado a los sectores Salud y Educación. Segura ha señalado que para el sector Salud se ha destinado S/.13 463 millones, cifra que presenta un aumento nominal del 6.6% en comparación al año 2015. Asimismo, ha destacado que se utilizará una parte del Presupuesto Institucional de Apertura (PIA) para el Articulado Nutricional, así como, la salud materno-neonatal, las enfermedades no transmisibles, entre otros. 

No obstante, el PIA del sector Salud en el 2016 presenta un leve descenso con respecto al PIA del 2015. Esto se debe a que los recursos destinados a proyectos de infraestructura han sido reasignados para el 2017. Es decir, este dinero no se usará porque se ha decidido gastarlo todavía en ese año. Algo que parece ilógico si se tiene en cuenta la alta demanda de atención e infraestructura médica que actualmente tiene este sector. Adicionalmente, el titular de Economía ha afirmado que durante el 2015 hubo una asignación de recursos bastante alta y que puede ser utilizado incluso durante el próximo año.

Por su parte, Alexandro Saco, coordinador de Foro Salud, ha señalado que el presupuesto no debería aprobarse así como está planteado y que aún debería ser replanteado, puesto que el recorte que presenta para el 2016 afectará a millones de asegurados. En comparación al año pasado, habría una disminución de casi S/. 2300 millones, lo que equivale al 18% menos. ¿Qué está pasando con el dinero destinado a la atención médica de los peruanos?

Recorte que afecta a todos

Teniendo en cuenta este recorte en el sector Salud, de aprobarse el Proyecto de Ley de Presupuesto Público 2016 presentado por el MEF, el primer afectado sería el Sistema Integral de Salud (SIS), el mismo que ha crecido y actualmente acoge a más de 16 millones de afiliados. El SIS tendría un déficit de S/. 1235 millones, lo que perjudicaría las atenciones solicitada para el próximo año. El total de estas asciende a S/. 2888 millones. Los programas de atención que no contarían con dinero suficiente para cubrir su demanda serían el destinado a los niños hasta los 3 años, a las gestantes, el plan de salud escolar, el Fondo Intangible Solidario de Salud (FISSAL) así como la contratación de servicios como Unidad de Cuidados Intensivos-UCI neonatal, atenciones de insuficiencia renal, entre otros.

Pero no serían los únicos. Un menor presupuesto afectaría también a estrategias sanitarias con las que se combaten enfermedades como el TBC o el VIH. Esto resulta inconcebible puesto que se trata de pacientes que ya vienen siguiendo un tratamiento y que no pueden ver recortados sus derechos, más aún cuando se trata de pacientes que atraviesan una difícil situación económica. Según la Ley 29761, ley de financiamiento del SIS, el MEF está en la obligación de destinar recursos a este servicio de acuerdo al estudio actuarial que la propia institución realiza. Dicho estudio existe y ha concluido que por cada paciente se requiere S/ 360. En el día a día, solo se puede cubrir S/. 100. Contrariamente a lo que está ocurriendo, la expectativa que se tenía para el 2016 era la de incrementar más el presupuesto del sector Salud. Dicho presupuesto es de por sí bastante limitado y en los últimos años no estaba enfocado el alza de los gastos administrativos sino en la atención médica de los afiliados propiamente dicho. Desde hace 10 años, se observa un incremento progresivo y no debería retrocederse.

La Ley del Presupuesto de la República para el 2016 aún debe ser discutida. El debate se iniciará el 15 de noviembre y para ser aprobado requiere el voto favorable de por lo menos la mitad más uno del número de congresistas presentes. Así como está planteado constituye un atropello a un derecho básico de todo ser humano como lo es la salud. La situación se puede revertir y el presupuesto aún puede ser replanteado. Esperemos que se dé esta reformulación y se deje de atacar a un sector social que de ninguna forma debería ser vulnerado.

OTRAMIRADA